Debido a que la depresión no es diagnosticada oportunamente, pueden pasar incluso de 8 a 12 años para que suceda, sus síntomas llegan a traducirse en afectaciones a nivel personal, social y económico, para el propio individuo y para la sociedad.
Existen marcadas afectaciones en la funcionalidad de las personas que padecen esta enfermedad, las cuales afectan el desarrollo en todos los aspectos de su vida, pero que se reflejan más significativamente en el área laboral. Te compartimos las principales.
1. Peleas constantes. Los hombres que padecen depresión tienen como síntoma la irritabilidad, (diferencia con las mujeres que tienden a llorar) lo cual se traduce en conflictos constantes con los compañeros de trabajo.
2. Trabajas en “cámara lenta”. La depresión es causante de severos problemas de insomnio, lo cual a nivel del funcionamiento se traduce en que piensas más lentamente, no estás alerta y por ende no trabajas bien. Estás en la oficina pero somnoliento, lo que antes hacías en una hora, te lleva tres.
3. Impuntualidad. La falta de energía, característica de este padecimiento, causa principalmente esas llegadas tarde que no puedes controlar. Además de que seguramente no tendrás el ánimo suficiente para arreglarte como es debido, causando una mala imagen profesional.
4. Equivocaciones frecuentes. La depresión provoca severos problemas con la memoria y la concentración, dos de las más importantes herramientas de trabajo que deben estar al 100%.
5. Falta de resultados. De la misma forma el padecimiento lleva a tener afectaciones en la capacidad o posibilidad de tomar decisiones efectivas, lo que provoca que tengas complicaciones para empezar tus tareas pero sobre todo para terminarlas. Tus resultados serán nulos.
Dado que la depresión tiene muchas más “caras” que sólo el llanto, es de vital importancia poner atención en si se tienen conflictos en el trabajo, porque esto puede ser una clara señal de alerta. Ante cualquier duda, acude con un especialista
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