Seguro muchos se quejan sobre no poder tener una vida más sana, por el tiempo que no tienen de poder hacer ejercicio, porque su trabajo les agota, etc. Pues bien, ese debería ser el mayor motivo para darse cuenta de que algo anda mal, y que es necesario un cambio de hábitos y la búsqueda de actividades saludables.
Cuando hablamos de trabajo siempre hacemos referencia al tiempo, una carga a nivel físico y mental, tareas en casa, cuidado de niños o personas mayores, problemas cotidianos… Todas estas actividades son un duro trabajo que puede hacerse más llevadero buscando tiempo para hacer ejercicio aunque el trabajo sea agotador.
Aquellas personas menos acostumbradas pueden pensar que «ya bastante ejercicio hacen en el trabajo, por muchas escaleras que subas en la oficina, o mucho peso que muevas transportando mercancía, la actividad física no es por sí misma saludable, puesto que es repetitiva y no es específica para mejorar la condición física. Además, la situación de cansancio mental tampoco ayuda a que sea agradable.
Si un trabajo es agotador, tanto a nivel físico como mental, el ejercicio puede ayudar a hacerlo más llevadero, incluso a mejorar el rendimiento y disminuir las bajas. Ejercicios como caminar y disfrutar del paseo, salir en bici, rodar con los patines, o salir a correr y, en general, el ejercicio al aire libre, son muy buenos tanto a nivel físico como para evadirse, desconectar y recargar las pilas a nivel mental.
Ejercicios de fuerza y resistencia ayudan a mejorar la capacidad de soportar el esfuerzo físico del trabajo, y los deportes en equipo sirven también para socializar. En definitiva, lo que quiero dejar claro es que si un trabajo agota, el ejercicio ayudará a hacerlo más llevadero, eso siempre que se entrene a una intensidad adecuada y respetando los tiempos de descanso.
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